El panorama del comercio exterior vivió en 2024 un cambio significativo hacia la adopción digital, con instituciones financieras y corporaciones reconociendo su relevancia estratégica. Tradicionalmente marcado por procesos basados en papel y sistemas fragmentados, el sector del comercio exterior ahora considera la digitalización como una herramienta esencial, dejando atrás su percepción como un lujo opcional.

Lo que antes se veía como una inversión costosa y demandante en recursos, hoy se valora por su capacidad para ofrecer retornos de inversión (ROI) tangibles, implementación ágil e integración sin problemas con los ecosistemas existentes. Las organizaciones que han adoptado estas herramientas reportan reducciones significativas en los tiempos de procesamiento, transformando transacciones que solían tomar semanas o días en operaciones que ahora se completan en cuestión de horas.

La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en un catalizador clave, facilitando la automatización de tareas repetitivas como la verificación de documentos y la detección de fraudes. Por su parte, la tecnología blockchain, que en el pasado enfrentó escepticismo, ha demostrado ser una solución confiable para registros seguros e inalterables, fortaleciendo la confianza en las cadenas de suministro globales.

En paralelo, los responsables políticos en regiones como la Unión Europea (UE) y Asia-Pacífico (APAC) han impulsado la estandarización y la transparencia en el comercio exterior. Marcos como la Ley Modelo de UNCITRAL sobre Documentos Electrónicos Transferibles (MLETR) y la Ley de Documentos Comerciales Electrónicos (ETDA) han establecido bases sólidas para alinear los incentivos regulatorios con la transformación digital del sector.

El ecosistema de proveedores también ha evolucionado, con plataformas que priorizan la interoperabilidad. Soluciones como RIVO™ de Surecomp han ampliado las redes del comercio exterior, facilitando transacciones más rápidas y eficientes. Iniciativas como el estándar API para garantías, desarrollado en colaboración entre Swift e ICC y pilotado por Surecomp, reflejan el esfuerzo colectivo de la industria hacia la digitalización.

A pesar de los avances, persisten desafíos. Numerosos bancos enfrentan infraestructuras tecnológicas obsoletas que complican la integración con sistemas modernos. La adopción transfronteriza se ve obstaculizada por marcos legales fragmentados, y muchas pequeñas y medianas empresas (PYME) carecen de los recursos necesarios para implementar soluciones digitales. Superar estas barreras mediante herramientas de software como servicio (SaaS) accesibles sigue siendo una prioridad fundamental.

Tendencias a observar en 2025:

  • IA y análisis predictivo: La inteligencia artificial continuará transformando el comercio exterior mediante la mejora de la evaluación de riesgos, la detección de fraudes y la automatización de procesos. El análisis predictivo permitirá a las empresas optimizar estrategias en tiempo real, garantizando su capacidad de adaptación a un mercado en constante cambio.
  • Tokenización y monedas digitales: Se espera que la tokenización de activos como cartas de crédito y facturas se convierta en una práctica común, abriendo nuevas oportunidades de liquidez. Las monedas digitales de bancos centrales (CBDC) también desempeñarán un papel crucial en la aceleración y seguridad de las transacciones transfronterizas.
  • Avances regulatorios: Más países adoptarán marcos como el MLETR, promoviendo un entorno legal coherente para el comercio digital. Además, las métricas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) se integrarán de manera más amplia en los procesos del comercio exterior, alineando el sector con los objetivos de sostenibilidad global.
  • Ciberseguridad: El incremento en la digitalización también ha resaltado vulnerabilidades frente a amenazas cibernéticas. En respuesta, se anticipa un aumento en las inversiones destinadas a fortalecer protocolos de ciberseguridad, garantizando la resiliencia de las redes digitales.
  • Democratización e inclusión financiera: Se prevé que gobiernos, bancos de desarrollo y proveedores fintech colaboren para crear soluciones escalables y asequibles para las PYME. Procesos de incorporación más simples y mejoras en las identidades digitales reducirán las barreras de entrada, impulsando la inclusión financiera.

La evolución del comercio exterior digital en 2024 transformó la percepción de la digitalización, de un lujo a una necesidad. Al mirar hacia 2025, la colaboración, la innovación y la inclusión serán fundamentales para lograr un crecimiento sostenido. Los líderes del sector serán aquellos que adopten el cambio con agilidad, aprovechando el poder transformador de la tecnología. La marea está cambiando, y el momento de aprovecharla es ahora.

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