El Proyecto de Ley de Documentos Comerciales Electrónicos en el Reino Unido: punto de inflexión para el comercio digital

El impacto potencial del recién aprobado Proyecto de Ley de Documentos Comerciales Electrónicos del Reino Unido va mucho más allá de un impulso a las perspectivas comerciales del país. Al consagrar en forma de ley que un documento digital es equivalente al papel físico, esta reforma implica que las contrapartes pueden emitir y procesar documentos electrónicamente por defecto. Dado que la legislación británica sirve de base para transacciones comerciales en gran parte del mundo, se trata de una oportunidad de transformación sin precedentes.

Sobre el papel, hay poco destacable sobre el Proyecto Ley de Documentos Comerciales Electrónicos. Con apenas siete páginas, su tramitación parlamentaria ha estado libre de polémicas y disputas jurídicas. Cuando se propuso inicialmente, los legisladores se mostraron sorprendidos por la escasa resistencia que encontraron entre los participantes del sector.

Su propósito es sencillo. Actualmente, la legislación inglesa concede especial importancia a la “posesión” de un documento relacionado con la operación comercial, como un conocimiento de embarque (BL), pero solo contempla objetos tangibles. El proyecto de ley equipara jurídicamente los documentos electrónicos a los físicos, lo que significa que la “posesión” puede abarcar también las versiones digitales, siempre que se cumplan determinadas condiciones.

El proyecto de ley establece explícitamente que “un documento electrónico tiene el mismo efecto que un documento en papel equivalente” y todo lo que se haga en relación con la versión digital tiene el mismo peso legal que en el caso del papel físico.

Se espera que el impacto interno de la nueva ley sea significativo. El gobierno británico calcula que en todo el mundo se imprimen y circulan cada día cerca de 30.000 millones de documentos comerciales en papel. Según el gobierno británico, https://www.gov.uk/government/news/paperless-trade-for-uk-businesses-to-boost-growth el paso a la digitalización reducirá los tiempos de tramitación de horas o días a apenas 20 segundos, al tiempo que reducirá las emisiones de carbono en al menos un 10 %.

Una evaluación de impacto realizada el año pasado concluyó que las reformas aumentarían los volúmenes comerciales al eliminar barreras, reducir costes, disminuir los tiempos de transacción y mejorar la transparencia. La evaluación también apuntó a que la oportunidad de aumentar la participación podría ampliar el acceso de las pymes a la financiación de las operaciones comerciales.

Pero la importancia del proyecto de ley va mucho más allá de dar un impulso a las perspectivas comerciales del Reino Unido. Una ley británica que favorece los documentos comerciales electrónicos resuelve a la vez dos problemas de larga data y presenta ventajas que van mucho más allá de las fronteras del país.

Crear una solución global: adoptar la digitalización del comercio 

En primer lugar, la ausencia de base jurídica para la digitalización ha sido un importante obstáculo para su adopción. Si bien se han implementado múltiples iniciativas e innovaciones para facilitar el uso del conocimiento de embarque electrónico, la ausencia de apoyo legislativo a este proceso ha dado lugar a que las partes tengan que establecer acuerdos contractuales para regular el procesamiento de los documentos.

En segundo lugar, la legislación británica es ampliamente utilizada en la actualidad como base de acuerdos y transacciones comerciales en todo el mundo. Instantáneamente, cualquier contrato en el que las partes acuerden utilizar la legislación británica puede ser digital por defecto, en lugar de que esta digitalización sea el resultado de una negociación entre las partes. Si algo sale mal, se pueden presentar documentos comerciales digitales ante los tribunales.

Chris Southworth, Secretario General de la Cámara de Comercio Internacional (CCI) del Reino Unido, declaró en un artículo de octubre de 2022: “Este es el gran avance que todos estábamos esperando”.

“Es un momento que cambia las reglas del juego, puesto que gran parte del comercio mundial se rige por la legislación inglesa, incluido el 80 % de los conocimientos de embarque”, prosigue. “También es la pieza que faltaba en el rompecabezas de la digitalización del comercio. El requisito legal de tramitar los documentos comerciales está ralentizando la implantación de nuevos corredores comerciales digitales, la ampliación de las soluciones tecnológicas y la normalización de las plataformas, procesos y sistemas comerciales, tanto en el sector público como en el privado”.

Ante su entrada en vigor en septiembre de este año, los responsables políticos británicos ya están presionando para que se introduzcan reformas equivalentes en otros mercados. El grupo de naciones de la Commonwealth se perfila como terreno fértil para la adopción: este bloque formado por 56 miembros aspira a impulsar el comercio global hasta los dos billones dólares para 2030 y considera que la digitalización de los documentos comerciales es un paso crucial en ese camino.

La cuestión ocupó un lugar destacado en el orden del día de una reunión de ministros de comercio de la Commonwealth celebrada en Londres el pasado junio, la primera cumbre de este tipo desde antes de la pandemia. Nigel Huddleston, Secretario de Estado de Comercio Internacional del Reino Unido, declaró a la prensa que acudió a la reunión que “el respaldo jurídico en este ámbito es verdaderamente importante”.

“La tecnología digital contribuirá realmente a la apertura, no solo en lo que respecta a los costes básicos del comercio transfronterizo de bienes, sino también a la apertura del comercio de servicios”, concluyó.

Antes de la reunión, Southworth, de la CCI del Reino Unido pidió a los ministros que lograran un acuerdo sobre la adopción de documentos comerciales electrónicos, afirmando que este es el “momento de oro para reformar las leyes y digitalizar el comercio en toda la Commonwealth”.

La Secretaria General la Commonwealth, Patricia Scotland, confirmó que la asociación ya está estudiando modelos de digitalización, entre otros el del Reino Unido y el de Singapur.

Impacto del Proyecto de Ley de Documentos Comerciales Electrónicos en la vida real

En la práctica, podría haber todavía algunos cabos sueltos. En su respuesta a la petición de pruebas del gobierno sobre el proyecto de ley, el bufete de abogados Kennedy confirmó que aún deben establecerse definiciones claras para “posesión” y “control exclusivo”, y que los legisladores deben tener en cuenta el modo en que tecnologías novedosas podrían afectar a los documentos comerciales electrónicos en el futuro.

Pero el proyecto de ley debería tener un impacto inmediato. Las reformas son amplias y abarcan toda una gama completa de documentos comerciales, como conocimientos de embarque, pagarés y letras de cambio, así como diversos recibos y certificados.

También exige que se utilice un “sistema fiable” para verificar que los documentos son originales y no copias susceptibles de ser alteradas por personas no autorizadas y que no puedan ser controlados por más de una persona en un momento dado. Afortunadamente, los proveedores de tecnología financiera ya ofrecen plataformas y soluciones capaces de satisfacer estos requisitos.

La solución RIVO de Surecomp consiste en un hub digital centralizado que proporciona una integración perfecta con socios fintech como ICE Digital Trade, Enigio y WAVE BL, a fin de emitir documentos comerciales electrónicos que cumplirán plenamente con la legislación del Reino Unido, al tiempo que reúne a empresas, instituciones financieras y otras partes en una única plataforma. De este modo, parece que el proyecto de ley de documentos comerciales electrónicos del Reino Unido será sin duda un punto de inflexión para el comercio digital.